Sanju
Nombre: Sanju Pariyar
Fecha de nacimiento: 26/04/1997
Fecha de entrada en RCH: septiembre de 2007
Sanju fue rescatada por RCH de una situación terrible. La madre de Sanju se ha casado dos veces. Su padre biológico fue el primer marido de su madre, un alcohólico que las abandonó para irse con otra mujer casada de la aldea. Despechado, el marido de la mujer casada quemó la casa de Sanju, por lo que ella y su madre se fueron a vivir a Pokhara. No les quedaba nada. Vivieron en la absoluta pobreza durante un año hasta que la madre se volvió a casar. Este segundo matrimonio duró sólo tres años, después de los cuales abandonó a su propia hija de dos años, a Sanju y a su madre embarazada de 8 meses desapareciendo para irse a India con otra mujer. La familia de Sanju se quedó sin nada. No tenían dinero suficiente ni para comer ni para beber agua limpia. Vivían todas juntas en una simple habitación de cemento que no tenía ni siquiera retrete ni cocina. La madre, embarazada de 8 meses, tuvo que trabajar cargando pesadas cantidades de verdura para poder venderlas a los granjeros. Debido al tremendo esfuerzo físico del trabajo y la falta de una alimentación adecuada, el embarazo de la madre de Sanju tuvo complicaciones y requería medicaciones que no se podían permitir. Por si fuera poco, la abuela de Sanju tuvo que venirse a vivir con ellas debido a su demencia que la incapacitaba para trabajar y era una carga más para los escasos ingresos que la madre tenía.
Por ello, era demasiado bueno para ser verdad cuando una mujer nepalí le ofreció llevarse a Sanju y a su prima a un orfanato para darles una educación y una alimentación nutritiva, además de darles un dinero para ayudar al resto de la familia. Sanju y su prima se convirtieron en dos victimas más de las 300 niñas con las que se traficó llevándoselas a Jomson para ser utilizadas como esclavas o prostitutas. Por suerte, dentro de lo que cabe en tales circunstancias, Sanju y su prima no fueron vendidas como prostitutas sino como sirvientes. Cada una en una casa distinta, fueron obligadas a limpiar útiles de cocina grandes y pesados, y a recoger excrementos animales para usarlos como combustible. Si Sanju no limpiaba suficientemente bien los platos o no recogía suficientes excrementos, recibía una paliza. Le daban los restos de comida, y muchas veces no recibía nada. Pasaba tanta hambre que cuando iba al bosque a recoger excrementos animales, buscaba semillas y frutos salvajes.
Cuando la tía de Sanju se dio cuenta de que a su propia hija se la había llevado por una mujer sobre la que no sabía nada y se dio cuenta de la situación real en la que estaban las niñas, contactó desesperadamente con Goma para pedirle ayuda. Goma contactó con las autoridades locales que interrogaron a la mujer como sospechosa de traficar con niñas, y se consiguió una resolución judicial por la que era requerida a devolver a las niñas en 10 días. Después de 20 días y un camino duro y peligroso de trekking, durante el cual recibió palizas muy fuertes de la mujer, por fin la trajeron a RCH. Sanju fue acogida en RCH a pesar de que las posibilidades financieras no permitieron acoger también a su prima, que sin embargo fue situada en otro orfanato cercano.
Sanju es una de las pequeñas amas de la casa, siempre presente cuando se cocina o se limpia arrimando el hombro. Es la reina de los fogones. Le gusta mucho cocinar y se ha hecho la jefecilla de la cocina. Es la que reparte las raciones de comida para cada niño. Es glotoncilla y se guarda siempre la mejor ración para ella o esconde una zanahoria o un poco de leche que sobra al cocinar para comérselo luego ella. En realidad todos los niños y niñas de RCH tienen un hambre insaciable, pero Sanju tiene esa astucia y punto de travesura divertida para conseguir una tapita extra. Sin embargo es muy honesta, y aunque le gusta engañarte para bromear, enseguida se ríe y te cuenta la verdad de su travesura con picardía.
Es espabilada y a menudo cuando el resto está haciendo los deberes ella ronda por la cocina o el comedor porque ya tiene sus deberes hechos. Es muy atenta y cariñosa, un poco protectora hasta con los adultos como hace Asha. Divertida y alegre, le gusta a veces hacer un poco la payaseta con un punto de locura encantador.
Cuando llegó a RCH con 10 años no había ido nunca al colegio y ha trabajado muy duro para integrarse en las clases y alcanzar el nivel. En todo este tiempo ya ha demostrado ser una estudiante brillante, alcanzando ser una de las mejores estudiantes de su curso. Le gusta mucho el baile nepalí y lo hace muy bien.
Nombre: Sanju Pariyar
Fecha de nacimiento: 26/04/1997
Fecha de entrada en RCH: septiembre de 2007
Sanju fue rescatada por RCH de una situación terrible. La madre de Sanju se ha casado dos veces. Su padre biológico fue el primer marido de su madre, un alcohólico que las abandonó para irse con otra mujer casada de la aldea. Despechado, el marido de la mujer casada quemó la casa de Sanju, por lo que ella y su madre se fueron a vivir a Pokhara. No les quedaba nada. Vivieron en la absoluta pobreza durante un año hasta que la madre se volvió a casar. Este segundo matrimonio duró sólo tres años, después de los cuales abandonó a su propia hija de dos años, a Sanju y a su madre embarazada de 8 meses desapareciendo para irse a India con otra mujer. La familia de Sanju se quedó sin nada. No tenían dinero suficiente ni para comer ni para beber agua limpia. Vivían todas juntas en una simple habitación de cemento que no tenía ni siquiera retrete ni cocina. La madre, embarazada de 8 meses, tuvo que trabajar cargando pesadas cantidades de verdura para poder venderlas a los granjeros. Debido al tremendo esfuerzo físico del trabajo y la falta de una alimentación adecuada, el embarazo de la madre de Sanju tuvo complicaciones y requería medicaciones que no se podían permitir. Por si fuera poco, la abuela de Sanju tuvo que venirse a vivir con ellas debido a su demencia que la incapacitaba para trabajar y era una carga más para los escasos ingresos que la madre tenía.
Por ello, era demasiado bueno para ser verdad cuando una mujer nepalí le ofreció llevarse a Sanju y a su prima a un orfanato para darles una educación y una alimentación nutritiva, además de darles un dinero para ayudar al resto de la familia. Sanju y su prima se convirtieron en dos victimas más de las 300 niñas con las que se traficó llevándoselas a Jomson para ser utilizadas como esclavas o prostitutas. Por suerte, dentro de lo que cabe en tales circunstancias, Sanju y su prima no fueron vendidas como prostitutas sino como sirvientes. Cada una en una casa distinta, fueron obligadas a limpiar útiles de cocina grandes y pesados, y a recoger excrementos animales para usarlos como combustible. Si Sanju no limpiaba suficientemente bien los platos o no recogía suficientes excrementos, recibía una paliza. Le daban los restos de comida, y muchas veces no recibía nada. Pasaba tanta hambre que cuando iba al bosque a recoger excrementos animales, buscaba semillas y frutos salvajes.
Cuando la tía de Sanju se dio cuenta de que a su propia hija se la había llevado por una mujer sobre la que no sabía nada y se dio cuenta de la situación real en la que estaban las niñas, contactó desesperadamente con Goma para pedirle ayuda. Goma contactó con las autoridades locales que interrogaron a la mujer como sospechosa de traficar con niñas, y se consiguió una resolución judicial por la que era requerida a devolver a las niñas en 10 días. Después de 20 días y un camino duro y peligroso de trekking, durante el cual recibió palizas muy fuertes de la mujer, por fin la trajeron a RCH. Sanju fue acogida en RCH a pesar de que las posibilidades financieras no permitieron acoger también a su prima, que sin embargo fue situada en otro orfanato cercano.
Sanju es una de las pequeñas amas de la casa, siempre presente cuando se cocina o se limpia arrimando el hombro. Es la reina de los fogones. Le gusta mucho cocinar y se ha hecho la jefecilla de la cocina. Es la que reparte las raciones de comida para cada niño. Es glotoncilla y se guarda siempre la mejor ración para ella o esconde una zanahoria o un poco de leche que sobra al cocinar para comérselo luego ella. En realidad todos los niños y niñas de RCH tienen un hambre insaciable, pero Sanju tiene esa astucia y punto de travesura divertida para conseguir una tapita extra. Sin embargo es muy honesta, y aunque le gusta engañarte para bromear, enseguida se ríe y te cuenta la verdad de su travesura con picardía.
Es espabilada y a menudo cuando el resto está haciendo los deberes ella ronda por la cocina o el comedor porque ya tiene sus deberes hechos. Es muy atenta y cariñosa, un poco protectora hasta con los adultos como hace Asha. Divertida y alegre, le gusta a veces hacer un poco la payaseta con un punto de locura encantador.
Cuando llegó a RCH con 10 años no había ido nunca al colegio y ha trabajado muy duro para integrarse en las clases y alcanzar el nivel. En todo este tiempo ya ha demostrado ser una estudiante brillante, alcanzando ser una de las mejores estudiantes de su curso. Le gusta mucho el baile nepalí y lo hace muy bien.
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