Indyeni
Nombre: Indreni Dhakal
Fecha de nacimiento: 14/07/2004
Fecha de entrada en RCH: febrero de 2008
Cuando fueron a recoger a Indyeni la encontraron sentada en el exterior de su casa, sola. Vivía en el bosque con su abuela de edad avanzada y medio ciega en una casa de una sola habitación llena de mugre. Parecía que no la hubieran cambiado en meses la ropa sucia y tarada que llevaba puesta. Su piel estaba cubierta de mugre y llena de cortes y heridas. Se había hecho daño en el pie por el bosque y andaba con dificultad. Balbuceaba incomprensiblemente para sí misma y les miró frunciendo los ojos a través de la mata de pelos que cubrían sus ojos. Las moscas volaban a su alrededor.
La madre de Inyeni era soltera y tuvo a Indyeni sola, hasta que encontró a un hombre con quien se fue a vivir no hacía mucho. Había dejado a su hija al cuidado de su abuela, que vivía en un área remota. Habiendo perdido la vista en uno de sus ojos y sin ningún ingreso, la abuela de Indyeni era incapaz de cuidar de ella. Estaban lejos de cualquier vecino y se vieron obligadas a arreglárselas solas.
Indyeni llegó en un estado de malnutrición y debilidad física en relación a sus iguales. Con el tiempo se ha recuperado con una buena alimentación y han tratado adecuadamente sus problemas de piel. Ahora es una niña muy alegre que disfruta de su propia compañía pero le encanta hacer la payasita riéndose de su propio comportamiento patoso, un poco como si fuera un clown. Le tiras una pelota y se queda mirando hasta que le da en la cabeza sin hacer amago de cogerla. Resulta muy graciosa y divertida. No obstante, a veces da la sensación de ser poco espabilada. Están un poco preocupados por su salud mental, pues se queda absorta mirando al vacío durante ratos largos y le cuesta centrar su atención porque se distrae fácilmente. A RCH le gustaría poder pagarle un psicólogo. Sin embargo, pesar de esto, saca buenas notas y le encanta deletrear todo lo que pilla. Es una niña adorable que si le prestas atención te da muchísimo cariño dándote besos de forma espontánea, cosa que pocos pequeños hacen.
Nombre: Indreni Dhakal
Fecha de nacimiento: 14/07/2004
Fecha de entrada en RCH: febrero de 2008
Cuando fueron a recoger a Indyeni la encontraron sentada en el exterior de su casa, sola. Vivía en el bosque con su abuela de edad avanzada y medio ciega en una casa de una sola habitación llena de mugre. Parecía que no la hubieran cambiado en meses la ropa sucia y tarada que llevaba puesta. Su piel estaba cubierta de mugre y llena de cortes y heridas. Se había hecho daño en el pie por el bosque y andaba con dificultad. Balbuceaba incomprensiblemente para sí misma y les miró frunciendo los ojos a través de la mata de pelos que cubrían sus ojos. Las moscas volaban a su alrededor.
La madre de Inyeni era soltera y tuvo a Indyeni sola, hasta que encontró a un hombre con quien se fue a vivir no hacía mucho. Había dejado a su hija al cuidado de su abuela, que vivía en un área remota. Habiendo perdido la vista en uno de sus ojos y sin ningún ingreso, la abuela de Indyeni era incapaz de cuidar de ella. Estaban lejos de cualquier vecino y se vieron obligadas a arreglárselas solas.
Indyeni llegó en un estado de malnutrición y debilidad física en relación a sus iguales. Con el tiempo se ha recuperado con una buena alimentación y han tratado adecuadamente sus problemas de piel. Ahora es una niña muy alegre que disfruta de su propia compañía pero le encanta hacer la payasita riéndose de su propio comportamiento patoso, un poco como si fuera un clown. Le tiras una pelota y se queda mirando hasta que le da en la cabeza sin hacer amago de cogerla. Resulta muy graciosa y divertida. No obstante, a veces da la sensación de ser poco espabilada. Están un poco preocupados por su salud mental, pues se queda absorta mirando al vacío durante ratos largos y le cuesta centrar su atención porque se distrae fácilmente. A RCH le gustaría poder pagarle un psicólogo. Sin embargo, pesar de esto, saca buenas notas y le encanta deletrear todo lo que pilla. Es una niña adorable que si le prestas atención te da muchísimo cariño dándote besos de forma espontánea, cosa que pocos pequeños hacen.
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